Glosario de logística

Gastos de demora

¿Qué son los gastos de demora?

En el mundo de las finanzas, la sobrestadía puede referirse a los costes de almacenamiento por tener o poseer divisas, ya sea papel moneda u oro. Si usted tiene divisas, sus gastos de demora serán las tasas bancarias. Si posee oro o plata, estos gastos podrán darse en forma de seguros o tasas de almacenamiento.

En el sector comercial, la sobrestadía se refiere a los gastos de almacenar un envío de mercancías. Se trata de un gasto adicional, una penalización, que la empresa de fletamento paga a los armadores por no descargar la mercancía o descargar el cargamento en la fecha y hora acordadas.

Normalmente y dependiendo de lo establecido en su contrato, estas empresas tienen de tres a cuatro días de estadía en un almacén antes de ser responsables de los gastos de demora. Los envíos aéreos o ferroviarios suelen tener 48 horas de almacenamiento, y los puertos almacenan las mercancías de tres a siete días. Es su responsabilidad conocer de antemano las políticas de sobrestadía en cada caso.

¿Cómo se calculan los gastos de demora?

Los gastos de demora se deben a la indemnización por daños y perjuicios, y dependen de los transportistas, los puertos de entrada, las terminales y los acuerdos entre las partes. El coste por día se acuerda entre los armadores y los fletadores con anterioridad. Normalmente, pueden ascender a entre 75 y 300 dólares por carga y día. Estas sumas pueden acumularse durante varios días si el envío no se recoge a tiempo.

¿Quién asume los gastos de demora?

Supongamos que usted es un fletador que tiene su mercancía en un almacén tras su envío. En ese caso, puede ser responsable de pagar los gastos de demora una vez que haya prolongado el almacenamiento de su envío más allá de la fecha o tiempo establecido en el acuerdo.

En ocasiones, los costes de sobrestadía no están bajo el control del cargador. Por ejemplo, el consignatario que debía recoger la carga en una fecha o a una hora determinada no estaba al corriente de su llegada y, por tanto, no realizó el despacho de aduana.

También existe la posibilidad de que el retraso en los trámites impida al consignatario recibir los documentos a tiempo. A veces, la carga y su contenido no coinciden con el pedido de venta. Esto podría dar lugar a una disputa entre el consignatario y el cargador, lo que retrasaría aún más la recogida. Otra razón pueden ser los retrasos en las inspecciones aduaneras.

Debe planificar y organizar la recogida con antelación para evitar estos problemas, y tener siempre un plan B y conseguir otro camionero en caso de que haya retrasos. Además, debe mantenerse informado y al día sobre los procedimientos aduaneros y la normativa portuaria, y también compartir las instrucciones con todas las partes. En el caso de transporte de alimentos o animales, solicite un permiso especial de varios días adicionales por adelantado como medida de precaución.